En cuanto tomé la decisión de que me tenía que ir a estudiar inglés, el primer destino en el que pensé fue Australia. Siempre hemos oído lo especial que es este país y quería descubrirlo por mí misma, así que me puse a buscar información sobre visados, cursos de inglés, precios, etc. Una de las páginas que más me interesó fue LAE España en Facebook. Descubrí que te ayudaban a organizar tu viaje a Australia e incluso ofertaban becas a distintas ciudades. En ese momento sorteaban una beca para un curso de inglés de 10 semanas en la Universidad de Queensland, en Brisbane; sólo había que contestar a unas cuantas preguntas y esperar al sorteo. Ese día estaba de suerte… ¡Fui la ganadora de la beca! Unos meses después estaba volando hacia Brisbane.

Desde LAE me ayudaron con todo lo que necesité: billete, visado, alojamiento e incluso pequeños consejos para mi estancia en Australia. Además, me reservaron una plaza a través de UQ en una de las Homestay families asociadas a la universidad que ofrecen alojamiento a estudiantes. En mi opinión, es la mejor elección para aquellos estudiantes que vayan a Australia por primera vez, ya que te permite convivir con familias australianas que conocen la ciudad y con las que puedes practicar el inglés sin problema.

El curso de inglés me pareció muy útil y me lo pasé genial. Teníamos varios profesores, todos ellos muy preparados, para que la forma de enseñar y el temario fueran diferentes. Además, había distintas opciones que podíamos elegir dependiendo del tipo de inglés en el que estuviéramos interesados como, por ejemplo, turismo o Business. Algunos días hicimos excursiones o actividades para aprender acerca de la cultura y la historia de Australia. Lo que más valoré fue conocer a tanta gente de distintos países. Poco después de empezar el curso, ¡ya estábamos haciendo viajes juntos!

Brisbane es una ciudad muy tranquila y muy amplia. El gran río que la atraviesa es lo más característico de esta ciudad, además de South Bank, un parque donde puedes encontrar prácticamente de todo, desde museos hasta playa. Personalmente me gustó mucho vivir ahí, el clima es más suave que en Sydney o Melbourne y está muy bien situado para visitar todo el Este de Australia.

Aunque yo no trabajé, muchos de mis amigos de distintas nacionalidades sí que lo hicieron y no tuvieron muchas dificultades para encontrar trabajo, especialmente en hostelería. Estaban contentos con sus condiciones y salarios y además es una muy buena opción para practicar el inglés.

Los fines de semana intenté aprovechar para visitar distintos lugares: Sydney, Melbourne, Byron Bay y la Gran Barrera de Coral son sólo algunos destinos que tuve la oportunidad de recorrer. ¡Os recomiendo sin duda hacer snorkel en la Great Barrier Reef! Además, la costa australiana está repleta de playas espectaculares, llenas de surfistas, que se pueden aprovechar casi todo el año gracias al clima, especialmente en el norte.