Elena Alonso

Mi principal consejo para estudiar el doctorado en cualquier parte es: mantente ocupado, que la tesis no se convierta en el único sentido de tu existencia. Hay mucho más: descúbrelo. Apúntate a otras actividades y conoce gente, elabora un horario y respétalo.

En Melbourne se vive de maravilla. Eso es un hecho. ¿Por qué?

Todas las necesidades básicas quedan más que satisfechas: la oferta gastronómica es infinita. Se come de lujo y si eres un amante del café, este es el lugar ideal para ti.
Es fácil moverse gracias al sistema de transporte público aunque discrepo con las ideas que tienen por ahí. Creo que hay mucho que puede mejorarse, sobre todo si lo comparas con otros en Europa. Además, si te gusta usar la bici y vives cerca del centro, hay carriles por todas partes para que recorras la ciudad. En general hace buen tiempo y aunque llueve bastante y en invierno hace frío, siempre se ve salir el sol, a diferencia de Londres o París.
Hay un gran mercado de segunda mano donde puedes encontrar de todo, desde muebles hasta ropa y mucho más.
Si trabajas, los sueldos son muy altos al compararlos con los de Europa.
En lo que concierne a los estudios, la Universidad de Melbourne te lo pone todo muy fácil: hay espacios exclusivos para investigadores, internet en todo el campus, taquillas donde dejar las cosas y una biblioteca bastante completa, que si no tiene algún libro que necesitas, lo puede pedir a casi cualquier biblioteca del mundo.

Por supuesto hay algunas cosas para las que deberías estar preparado:

Es una ciudad muy costosa. Es posible vivir compartiendo piso con el dinero de la beca y es fácil buscarse algún trabajo para ganar algo extra, lo cual es recomendable ya que como dije antes: los sueldos son muy altos y la gente está acostumbrada a gastar mucho. Hay que buscar la forma de integrarse a ese estilo de vida.
Buscar piso es un proceso largo y algo extenuante. Primero debes buscar en las páginas como flatmatefinders, flatmates o gumtree. Una vez te contesten los mensajes o te cojan el teléfono, debes ir a entrevistas, en las que todo el mundo se vende de maravilla, pero tras las que luego casi nada es verdad. Al cabo de dos o tres meses, puedes encontrar tu hogar definitivo. Yo ahora vivo en Fitzroy que está a 10 minutos en bici de la universidad y comparto el piso con tres australianos.
Los australianos son muy educados y muy simpáticos sin ser excesivamente amigables. Aunque sea una generalización, es así. Hacer amigos lleva un tiempo y en eso están de acuerdo todos los estudiantes internacionales, sobre todo de postgrado. La gente de aquí ya tiene sus grupos hechos y es muy difícil entrar, pero creo que esto ocurre en casi cualquier parte del mundo. Al principio es posible sentirse muy solo. Estás muy lejos de todo lo que conoces, sientes que no puedes salir porque todo es excesivamente caro y no tienes a nadie con quien quejarte. Lo cierto es que todo se va resolviendo y al cabo de unos meses encontré mi lugar.
Hace un frío intenso en invierno. Nunca antes pensé que dentro de casa se pudiera expulsar vaho por la boca, pero ocurre. La mayoría de las casas no tiene calefacción, pero es muy fácil sobrevivir con un radiador eléctrico y mantitas térmicas.
No es tan fácil ver un canguro. Me costó dos meses y tuve que ir a Canberra porque en Melbourne no hay.