Melbourne para mí es la ciudad perfecta, lo tiene todo: mucha variedad de comida, gran cantidad de cafés para pasar momentos agradables y cultura, música, arte y diversión. El clima en verano es perfecto, sin embargo, en invierno es la ciudad más fría de Australia, sin duda: hay mucho viento, lo que hace que la sensación de frío sea mayor.

Por otra parte, la gente es muy agradable y son abiertos con los extranjeros ya que es una ciudad bastante multicultural; lo “negativo” de Melbourne es que es muy costosa, aunque si encuentras un buen trabajo, todo estará bien (por lo general los pagos son muy buenos). Mi medio de transporte, y el de la mayoría de personas, es la bicicleta; las calles están adaptadas con un carril para transitar y todo el tiempo se puede ver gente en sus bicis. La población es general tiene un estilo de vida muy saludable.

En cuanto al curso, confieso que cuando empecé esperaba más de él, solo una de mis cuatro clases me parecía que valía la pena, las demás eran demasiado técnicas y poco creativas, además de básicas. Sin embargo, ahora que llevo tres meses, puedo decir que las clases van mejorando; ahora sí siento que estoy aprendiendo cosas más interesantes. Las profesoras son muy queridas y siempre están dispuestas a ayudarte para que logres los mejores resultados. Mi campus es, sin duda, el mejor del Melbourne Polytechnic: tiene una excelente ubicación, está cerca de la calle más comercial de la ciudad (Chapel St.), sin contar con que sus instalaciones son bastante buenas.

Vivo en el barrio Prahran, que está a 10 minutos en bicicleta del college. Me alojo con una australiana de 30 años, es enfermera y es un sol. Me llevo demasiado bien con ella y tenemos una relación increíble de entendimiento total. Mis compañeros de curso son muy buenas personas, somos 8 estudiantes internacionales y 12 australianos. Actualmente trabajo en el área de hospitality en un restaurante vietnamita que está cerca de mi casa.

¡En conclusión, todo va perfecto, no podría estar más contenta!